martes, 7 de febrero de 2012

Le dije...

Ahora puedo decirle con toda certeza que estoy bien. Le puedo asegurar que soy feliz.
Ayer le dije a las estrellas que estaba cansada.
Le dije, a la luna, que no me alumbrara más
Por la mañana al sol que no reflejara a la luna. Que la noche la prefería oscura.
Pero hoy le digo a la luna que no se vaya, que el sol evite a las nubes.
Y las estrellas, pequeñas, brillantes... me dicen que sonría, y eso hago con su ayuda. Sonrío, y por eso le aseguro que puedo decirle que estoy bien.
Que usted ya se marchitó de mi vida. Lejos, distante, donde ya no me pueda herir.
Le sonreí a la noche, y me hice amiga del día.

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